La palabra runa significa misterio, susurro o secreto en lenguas germánicas, y aunque muchos las utilizan como una forma de adivinación o un sistema de lectura para ayudar a comprender situaciones o preguntas, pocos conocen el origen y la explicación de esta curiosa, antigua y lejana tradición mística.

Origen de las runas
Las runas son caracteres alfabéticos que existen hace cerca de 2000 años atrás y fueron creadas y utilizadas por los vikingos como una forma de cultura escrita. En otras palabras, las runas son las letras del alfabeto rúnico que sirvieron como medio de comunicación en varios pueblos germánicos, así como en los pueblos norgermánicos, de los que descendían los vikingos.
La magia de las runas
Como decíamos, las runas son figuras geométricas grabadas en diversos materiales, especialmente en piedra, que se utilizaban como un medio de comunicación entre los pueblos germánicos de la época. Pero seguro te preguntarás porqué se siguen usando tantos años después, y la respuesta reside en el hecho de que ya desde entonces, los antiguos escandinavos las consideraban también como un medio de comunicación con los dioses y un recurso de adivinación parecido al oráculo en la mitología griega.
Todas tenemos preguntas que buscamos responder a través de distintos medios. Algunas encuentran pistas en la astrología, otras siguen páginas o leen sobre psicología o filosofía, otras creen en la lectura de la mano o de las cartas; en general todas buscamos encontrar respuestas o ayudas a cuestiones personales y existenciales. Y no somos las únicas, estas prácticas han sido comunes y habituales a lo largo de la historia de la humanidad, y por esto, gran parte de las civilizaciones originarias se valieron de creencias mitológicas para explicar el origen de la vida y para encontrar respuestas.
En este caso, en la mitología vikinga surge el concepto de runa, que, según se cuenta, fueron caracteres grabados en piedras que Odín, el dios de todos los dioses, recibió a cambio de un sacrificio para atraer el conocimiento que le desvelará misterios y secretos del futuro. A su vez, Odín compartió la sabiduría con los humanos y utilizó dichas runas –piedras grabadas- para comunicarse con ellos, mandarles bendiciones y advertirles de sus enemigos.
Este uso divino, que bien se puede asemejar al oráculo en la mitología griega, fue cayendo en el olvido y en la oscuridad durante siglos posteriores debido al auge del cristianismo y su consideración de que la adivinación por medio de las runas eran prácticas paganas que servían como medio de comunicación con lo maligno. Actualmente, con la libertad de pensamiento y la expansión del esoterismo, las runas son estudiadas y utilizadas como medio de adivinación, conocimiento y evolución personal.